Adiós a Julio Martínez; adiós a una época
Desde muy pequeño leí en Las Ultimas Noticias una columna llamada Bajo la Marquesina, de Julio Martínez, hasta que un día él la dejó. Lo veía también en el canal 13, hablando de deporte e historia, entregándonos más que un comentario una reflexión, a veces épica, de la vida.
Nadie como él para las digresiones a punta de partidos de fútbol imposibles de sacar adelante. Dueño de un lenguaje impecable y de una memoria maravillosa. Quien no entraba en ese universo tal vez lo encontraba cursi y rebuscado; pero era todo lo contrario, un impecable colaborador de nuestro inconsciente colectivo, poniendo en escena todo aquello que estaba implícito en el devenir histórico de nuestras justas deportivas.
Un periodista me comentó que un día, cuando iniciaba su carrera, al estar en el estadio reporteando un partido, vio a Julio Martínez. Se le acercó y hablaron, incluso don Julio le dio un consejo. Hoy ese periodista no trabaja en deportes, pero recuerda con mucho cariño aquel consejo, que le ayudó a definir su camino en el periodismo.
Así era Julio Martínez. Periodista ilustrado e incisivo. Siempre con la palabra justa para definir un concepto deportivo. Mucho más que un simple memorión lector de revistas antiguas; mucho más que una edulcorada figura televisiva que pretende mayor protagonismo que los propios hechos que comenta. Seguramente es el último de su especie, con su partida le decimos adiós a una época.
Desde muy pequeño leí en Las Ultimas Noticias una columna llamada Bajo la Marquesina, de Julio Martínez, hasta que un día él la dejó. Lo veía también en el canal 13, hablando de deporte e historia, entregándonos más que un comentario una reflexión, a veces épica, de la vida.
Nadie como él para las digresiones a punta de partidos de fútbol imposibles de sacar adelante. Dueño de un lenguaje impecable y de una memoria maravillosa. Quien no entraba en ese universo tal vez lo encontraba cursi y rebuscado; pero era todo lo contrario, un impecable colaborador de nuestro inconsciente colectivo, poniendo en escena todo aquello que estaba implícito en el devenir histórico de nuestras justas deportivas.
Un periodista me comentó que un día, cuando iniciaba su carrera, al estar en el estadio reporteando un partido, vio a Julio Martínez. Se le acercó y hablaron, incluso don Julio le dio un consejo. Hoy ese periodista no trabaja en deportes, pero recuerda con mucho cariño aquel consejo, que le ayudó a definir su camino en el periodismo.
Así era Julio Martínez. Periodista ilustrado e incisivo. Siempre con la palabra justa para definir un concepto deportivo. Mucho más que un simple memorión lector de revistas antiguas; mucho más que una edulcorada figura televisiva que pretende mayor protagonismo que los propios hechos que comenta. Seguramente es el último de su especie, con su partida le decimos adiós a una época.