lunes, agosto 29, 2005

¿Para qué sirve la poesía?

¿Para qué sirve la poesía? No se lee mucho, a la mayoría de la gente le cuesta entenderla o no quiere hacerlo, los poetas se esmeran en enredar el lenguaje y finalmente un libro de poemas es más un cruento atentado contra el lector que un intento amigable por iniciar un diálogo verdadero. ¿Para qué sirve?

La poesía no sirve para nada. ¿Sirve para paliar el hambre? ¿Sirve para detener el afán imperialista gringo? ¿Sirve para bajar los impuestos? ¿Sirve para comprar un kilo de pan? ¿Cuál es su opinión amable lector?

"De qué me hablas -me dice un amigo por el chat-, ¿cómo que no sirve la poesía? y por qué cresta escribes tú si no sirve de nada". -No lo sé, le respondo en forma automática y adjunto un emoticon ad hoc. Es pura herrumbre la poesía. La literatura también. Sí, pura metáfora desgastada en vaivenes temperamentales, pura derivación semántica, pura connotación, puro metal. ¿Pura emoción?. Y si la literatura es utilitaria, entonces se desvaloriza y se marea en la contingencia . ¿Para qué sirve?

Veo muchos rostros que cuelgan de las ventanas mientras la ciudad transcurre empecinada en darnos oportunidades para seguir revolcados en la más horrenda de las inopias. ¿Para qué sirve la poesía? Si de verdad la ciudad nos arrebata hasta los deseos más nobles con tanto mercantilismo galopante.

Alimento para el alma, le dicen, y veo cientos de bocas, miles gritando por un mendrugo. ¿Por qué no comen poesía mejor? ¿No les sirve acaso?

martes, agosto 23, 2005

Literatura y poesía

Tengo una duda: ¿hay diferencia entre literatura y poesía? Dicho de otro modo, podemos considerar a la poesía como literatura. Tengo esa duda. ¿Quién sabe? Tal vez la poesía invade cierta literatura y la disfraza de metáforas que fundan una historia en la ficción. Tal vez la literatura de pronto ingresa al círculo poético para hacerlo imperfecto, para contaminarlo.
La poesía es algo más que literatura. Debe serlo, por definición, la poesía está en el origen junto al verbo, habitando los lugares para sacarlos de la nada. La literatura en nuestra humilde región asolada por las más ridículas visiones europeas es fundacional, nos revela un estado del ser en el mundo. Pero la poesía crea al ser, lo hace ser y estar en el mundo.
Tengo esa duda. Aunque leo el canto segundo del Altazor de Huidobro y pienso: "no, la poesía no es literatura". Mente y alma brillante el poeta profundiza en la esencia de las cosas y se convierte en ellas para hablarlas y habitar el silencio con su palabra.
Si bien distinguidos y melosos científicos de la literatura dan uno y otro argumento, la poesía sólo los mira y los interroga en cada imagen, en cada desviación semántica y los confunde en el más profundo de los secretos de la música callada.
Tengo esa duda.

jueves, agosto 18, 2005

Circunloquio a propósito de William Blake

" Si las puertas de la percepción se depurasen, todo aparecería a los hombres como realmente es: infinito. Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna. " (William Blake)
Ver la luz más allá de nosotros mismos, en la palabra poética. En la creación o en la fundación de algo más allá que un simple corro de palabras. ¿Puede la crítica realmente desentrañar el sentido profundo de la poesía? Novalis pensaba que no hace un par de siglos. Hoy me pregunto si alguien puede efectivamente hacerlo o ¿el asunto debiera ser vivirlo?
La poesía es un acto de creación pura; hay un lugar común en que el verbo se hace carne y habla a través del poeta; el poeta se despoja de todo para ver las cosas como son: infinitamente reales, en un sentido metafórico. Si bien la poesía fuerza la desviación a nivel del paradigma, su intención es mostrar al hombre la verdad de las cosas, pero como una pregunta, como una opción, en un sistema que el poeta ofrece a la consideración de los lectores. Las respuestas están más allá de la perspectiva del poeta: están en el receptor, en quien busca las respuestas. El poeta no tiene respuestas; su palabra funda una posibilidad de existencia más allá de la propia realidad circundante, histórica. Así el poema espera ser actualizado con las competencias de cada lector en cualquier tiempo, en cualquier espacio. Siempre para ver las cosas infinitas.

martes, agosto 09, 2005

Y enseguida anochece

Salvatore Quasimodo (1901-1968). He leído parte de su trabajo traducido (traicionado a veces, supongo) y siempre vuelvo a un poema muy corto pero suficientemente inquietante. Lo cito de una traducción de Carlo Frabetti, editorial Hyspamerica, 1983:
"Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra
traspasado por un rayo de sol:
y enseguida anochece"
Es un texto que plantea una imagen de la soledad del hombre, en la que con muy pocos versos se hace cargo de todo un andamiaje filosófico que da cuenta de la pesadez metafísica de la existencia. A pesar de la delicadeza en la estructuración superficial, el total y profundo significado es la gran carga de estar solos y sobrepasados por el tiempo. La inmensidad del dolor de la existencia es como un gran abismo en el corazón de la tierra, en el que el tiempo real nos pasa por encima a pesar de nosotros mismos.
He tenido la suerte de contar con grandes amigos que me han regalado sabiduría en la ruta. Uno de ellos puso en mis manos un libro de Salvatore Quasimodo hace muchos años, cuando estaba comenzando mis estudios universitarios. Ahí conocí un mundo en el que la legítima obsesión de libertad sirve al propósito de una poesía que es rebelde hasta del propio idioma y ronda la más siniestra ambigüedad al querer interpretarla. Hermetismo lo llamaron.

domingo, agosto 07, 2005

Traigan azogue

La voz oficial siempre será oficial y por lo mismo supone un espacio no oficial. Siempre está el contrario. Traigan azogue para el espejo. Somos nosotros y los otros. O tal vez primero los otros y luego nosotros.
Antes escribir, enviar y recibir una carta era un proceso lento. Había cierto ritual y una rebuscada sensación de luminosidad al redactar cualquier asunto en una esquela. Hoy el e-mail no es más que una sucesión de diálogos, monólogos, exabruptos, jocosas molestias literales que atosigan las bandejas de entrada de nuestros correos. Hay comunicación sin duda. ¿De qué tipo? No importa. Estamos construyendo y destruyendo. Da lo mismo. Traigan azogue.
Sin embargo, no podemos hacernos a un lado y dejar pasar el entusiasmo de la cibernética, de los bits, de las ideas que subyacen en lo digital. Ahí donde se crea el espacio para que los blogs surjan como callampas en el campo húmedo, para que las palabras aparezcan como si nada, pronunciando cualquier cosa, cualquier cosa, cualquier cosa.
Los blogs fundan algo más allá de sí mismos. Es un espacio conquistado y profitado por nosotros que buscamos editar la realidad de otra manera, no al estilo oficial, no encamisados con la agenda setting. Allí los blogs nos tienden una mano y nos dejan que construyamos algo más allá de ellos mismos.
La poesía busca su espacio y se abre camino al andar, como decía Machado, el bueno. Por ahí vamos abriendo nuestra ruta. Traigan azogue.

miércoles, agosto 03, 2005

Variaciones sobre el verbo

Escribir como vomitando a veces
Escribir desde la emoción sin cerebro
Escribir sin evocar
Escribir viviendo lo que se escribe
Escribir desde el cerebro sin emoción
Escribir sólo evocando y advocando
El verbo el verbo el verbo
Flotando sobre nada
Sobre la palabra que predijo y movió los péndulos
para que los minutos fueran horas y días y años
para que sonara un eco en una caverna virgen
ataviada de creencias inocentes
sin espejos
sin extrañas obsesiones
Escribir sobre todo
Hasta ver de frente la palabra que dio origen
que fundó la oscilación de las predicciones
Para ver el rostro endurecido del silencio
Adolorido de tanto hostigamiento
para ir de la nada al ser y viceversa
Escribir como imitando la palabra que inundó esas conciencias del origen
Fiat lux! como si nada

martes, agosto 02, 2005

Parque Forestal (menos de cien palabras)

Ella miraba en silencio. No habría explicación para estar ahí. Ni siquiera habría excusa para un beso, ni para caminar por el parque, aunque fuera sin sentir el diálogo inocente de sus manos o la voz de su mirada. Una línea separaba irremediablemente sus pisadas. El agua de la fuente reverberaba reduciendo a silencio sus pensamientos. El Bellas Artes era un buen panorama. Mañana se verían de nuevo en el trabajo.

lunes, agosto 01, 2005

Un poema de José Miguel Vicuña

Un viejo amigo me lee por teléfono un poema que suena a soneto, creo que sí es un soneto, de José Miguel Vicuña. Este es un poeta fuerte, cerebral, muy intelectual y con un gran bagaje cultural, lo que sin duda lo trae en la sangre, pues entre su familia se cuentan intelectuales de peso, como los hermanos Lagarrigue. El es un poeta denso, espeso en el más profundo sentido de la palabra. Sin embargo, el poema que este viejo amigo (es viejo en el bonito sentido, frisa los setenta años) me leyó sugería la cercanía de un paso a lo indescifrable de la despedida eterna. Sé que José Miguel Vicuña no es creyente en lo divino. Al menos así se lo he escuchado decir a él. El tal vez se acerca más al positivismo, pero su poesía lo conecta inescrutablemente con la trascendencia de la ultravoz y del verbo.
La conversación telefónica me trajo a la mente otro poema, "Testamento". Cito algunos versos de este poema, de su libro Elemento y Súplica del año 2000:
"Estoy pronto. Mi alma va intocada
No importa, pues, que caiga
este telón de tierra
porque otra primavera
se insinúa en el fin.
Ahora que se cumple
nuevamente la hora,
cuando la tarde cae,
parece todo comenzar.
Lo nuevo, lo imposible,
son apenas destellos
de lo que más amamos.
Nada que nos deslumbre,
porque ya lo sabíamos.
Tú naces, creces, vives. Te desvives.
Todo en ti se revela
como forma de enigma.
¿De qué mundo regresas?
¿Qué experiencias tejían
tus ojos al nacer?"
El poema es más largo, pero estos versos muestran un profundo sentimiento a propósito de la vida (y de la muerte) y una interrogante que comienza a palpitar a medida que leemos. Esa es la palabra de Vicuña.

No muere el sueño