Algunos datos a considerar
La convulsionada vida capitalina me tiene con las palabras cortadas y el tiempo se hace escaso para escribir en el blog. Y me causa algo de malestar pues me interesa mantener este pedazo de red con cierto movimiento. En fin. La vida ha trascurrido. El transantiago avanza, no sé muy bien para adonde, pero avanza, creo. El fútbol chileno sigue “ahí” no más. El tenis está un poco mejor. Hace tiempo que no me junto con alguno de mis amigos. La convulsionada vida capitalina otra vez.
Mi hijo está aprendiendo a leer. Mi hija hace sus primeras armas en kínder. Estoy contento. En este momento las cosas están ordenadas, pero falta un poco de tiempo. Días de 36 horas, por ejemplo.
Debo decir que estoy más contento que triste porque no ha llovido. Confieso que no soy muy devoto de la lluvia. No me gusta mucho. Lo confieso. Pero la contaminación está galopando en la ciudad. Y ahí están los responsables, midiendo, midiendo, midiendo, midiendo y midiendo.
La convulsionada vida capitalina me tiene con las palabras cortadas y el tiempo se hace escaso para escribir en el blog. Y me causa algo de malestar pues me interesa mantener este pedazo de red con cierto movimiento. En fin. La vida ha trascurrido. El transantiago avanza, no sé muy bien para adonde, pero avanza, creo. El fútbol chileno sigue “ahí” no más. El tenis está un poco mejor. Hace tiempo que no me junto con alguno de mis amigos. La convulsionada vida capitalina otra vez.
Mi hijo está aprendiendo a leer. Mi hija hace sus primeras armas en kínder. Estoy contento. En este momento las cosas están ordenadas, pero falta un poco de tiempo. Días de 36 horas, por ejemplo.
Debo decir que estoy más contento que triste porque no ha llovido. Confieso que no soy muy devoto de la lluvia. No me gusta mucho. Lo confieso. Pero la contaminación está galopando en la ciudad. Y ahí están los responsables, midiendo, midiendo, midiendo, midiendo y midiendo.