Hay musas que son meretrices y se deleitan subyugando a los elegidos. De pronto su amor llega y se empeñan en enmudecer y enceguecer a los elegidos. He visto sus siluetas deambular entre los espacios que he querido poblar con mis palabras, sólo mis palabras, simplemente mis palabras.
¿Qué es la inspiración finalmente? ¿Una epifánica fornicación entre las almas que desfilan ofreciendo miradas, voces, hallazgos?
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