miércoles, agosto 02, 2006

¿Qué pasa, Fidel?

La revolución cubana fue un evento que causó expectación en estas latitudes y las miradas de los viejos calamares imperialistas se tornaron acuciosas, sacando cuentas, formulando hipótesis, estableciendo dictaduras para consolidar el equilibrio básico que se requería ante la inminencia del avance izquierdista.
Bueno o malo, Fidel ha superado innumerables contratiempos, desabastecimiento, aislamiento, malos humores. Ha resistido los embates posteriores a la caída del mundo soviético con bastante creatividad y ahí está todavía, después de tantos años, después de tantos años, después de tantos años…
“Lo importante es que en el país todo marcha y marchará perfectamente bien”. El sabe que el fin está a la vuelta de la esquina. La verdad es que el fin lo alcanza a él y a su hermano y todos los veteranos revolucionarios del siglo pasado que forman su círculo más cercano. Hasta aquí todo está en calma. Las noticias de su enfermedad las maneja él mismo, al estilo de Fidel, como todo en la isla...
El viejo comandante Fidel es el último de su especie. El es el último hombre real de su especie; no una caricatura edulcorada y venida a menos como otros personajes que han aparecido en nuestro continente.
El siglo XXI se nos viene fuerte. Fidel, viejo, tranquilo, la isla tiene que seguir su rumbo. Seguramente las hamburguesas irrumpirán junto a las papas fritas y la coca cola, de una forma explícita y no bajo cuerda como ha sido hasta ahora. El turismo será tu fuerte y el paraíso socialista que soñaste será un gran resort donde los hijos de los viejos calamares se divertirán y agradecerán tu partida, tal vez visiten tu tumba o tu casa y se saquen fotos junto a tu recuerdo. Todos serán revolucionarios después de ti…
Así no más es, Fidel. ¿Cuál es el problema de decir qué pasa con tu enfermedad entonces? Si al final los gusanos roerán tu cuerpo y el de toda la isla también.

2 comentarios:

Die Walküre dijo...

Se viene hablando bastante del estado de salud de Fidel.Varios esperan que no se recupere, otros esperanzados aún en el sueño que se mantiene esperan firmes que vuelva con la misma fuerza y actitud enérgica que lo caracteriza....aún así,como planteas,llegará el día en que la muerte acompañe un rumbo donde aquel sueño quizá sólo sea parte del recuerdo o el adorno de una historia...
Cuidate mucho
Auf Wiedersehen!

grandchester dijo...

Ni las hamburguesas son eternas.

No muere el sueño