miércoles, febrero 08, 2006

Descanso veraniego

Mis vacaciones fueron en Chillán. No en la ciudad propiamente tal, sino que en un tranquilo lugar a 25 kilómetros en el camino a las termas. Hace tiempo que no visitaba ese lugar, creo que pasaron nueve o diez años ya desde la última vez; no tenía hijos y estaba soltero.

Ahora fue diferente. Aunque igual recorrí conventos, museos, mercados, pueblitos cercanos, la catedral. Y aproveché de comenzar a enseñarle a nadar a mis hijos. Es el ritual del verano. Tal como lo hicieron conmigo, hoy lo hago con ellos.

Fue diferente porque ahora veraneo con mi familia y vuelvo a aquellos lugares que antes visité de soltero. Es súper entretenido. Es otra forma de contar la historia personal de cada uno y construirla en familia nuevamente.

Pan amasado y leche de vaca todas las mañanas. Melones, sandías y duraznos. Miel. Quesillos. Aerobox. Televisión Satelital (reconozco este pecado). El celular estaba apagado la mayoría del tiempo. Me resistí a buscar un cibercafé. Lo rural fue un bálsamo para todos. El tiempo y las circunstancias nos pasaron por el lado y no nos preocupamos de nada. Estaban buenos los asados y las longanizas.

Descubrí un maravilloso espectáculo con mis hijos, cuando muy temprano nos levantábamos a ver cómo jugaban los conejos fuera de la casa en la que estábamos. Conejos silvestres muy ágiles e histriónicos. Les inventé un cuento a los niños acerca de esos animalitos. Todas las mañanas nos reuníamos para ver a los conejitos.

Todo muy simple; todo muy mágico.

7 comentarios:

Metaforica dijo...

En este momento me gustaria tener un escape magico como el que tuviste con tu familia ..

Mayte dijo...

En lo sencillo se encierra lo más hermoso...volver a los sitios de infancia compartirlos con seres queridos...que más se puede pedir de las vacaciones.

Mil bikos.

Elisa de Cremona dijo...

ahhh qué necesario se hace ese tipo de vacaciones...

Julio Suárez Anturi dijo...

Fue una buena despercudida del smog de la ciudad, que tanta falta hace de cuando en cuando. ¡Bienvenido!

Die Walküre dijo...

Que agradable lo que cuentas! ese relajo especial que se puede vivir y disfrutar con la familia, sin que ninguna otra cosas lo estropee...
Estas palabras traen esa dulzura...impregnado de ese afecto que sientes...
Cuidate mucho!
Auf Wiedersehen!

Alejandro dijo...

Me alegro que sigas encontrando al Ernesto de hace años, que lo mezcles y lo sirvas licuado en los ojos de tus dos hijos....

felicitaciones

Alejo

grandchester dijo...

Mi buen amigo Ernesto...no tienes idea de la envidia que me corroe ...¡¡QUIERO VACACIONES!!..
..SNIF..
un gusto saber que has regresado por este mar de ventanas.
Esperando con ansias algún nuevo desempolve de buenas cepas literarias y nuevos tuyos..

saludos
yas

No muere el sueño