martes, agosto 09, 2005

Y enseguida anochece

Salvatore Quasimodo (1901-1968). He leído parte de su trabajo traducido (traicionado a veces, supongo) y siempre vuelvo a un poema muy corto pero suficientemente inquietante. Lo cito de una traducción de Carlo Frabetti, editorial Hyspamerica, 1983:
"Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra
traspasado por un rayo de sol:
y enseguida anochece"
Es un texto que plantea una imagen de la soledad del hombre, en la que con muy pocos versos se hace cargo de todo un andamiaje filosófico que da cuenta de la pesadez metafísica de la existencia. A pesar de la delicadeza en la estructuración superficial, el total y profundo significado es la gran carga de estar solos y sobrepasados por el tiempo. La inmensidad del dolor de la existencia es como un gran abismo en el corazón de la tierra, en el que el tiempo real nos pasa por encima a pesar de nosotros mismos.
He tenido la suerte de contar con grandes amigos que me han regalado sabiduría en la ruta. Uno de ellos puso en mis manos un libro de Salvatore Quasimodo hace muchos años, cuando estaba comenzando mis estudios universitarios. Ahí conocí un mundo en el que la legítima obsesión de libertad sirve al propósito de una poesía que es rebelde hasta del propio idioma y ronda la más siniestra ambigüedad al querer interpretarla. Hermetismo lo llamaron.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

excelente post

Anónimo dijo...

me ha encantado.

gracias, es mi poema favorito :)

lacentaura dijo...

tambien es mi favorito...

No muere el sueño