miércoles, mayo 25, 2005

El oficio

Suena un taladro cerca de mi casa. El frío detiene el pensamiento. Busco mis ideas dispersas en un cajón, pero no encuentro las llaves para abrirlo. Es otoño. Los ojos de los hijos miran mis ojos y me acarician con sus sonrisas. "Vamos a jugar mejor". Voy con ellos. Siempre.

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No muere el sueño